NO HA SIDO necesario ir más allá de la puesta en escena de la droga caníbal para que el apocalipsis zombi empiece a exhibir por las calles de Ibiza sus primeras criaturas desmembradas.

Dejando al margen la inspiración romántica que despierta un brazo amputado con la palabra ‘Libertad’ tatuada en gótica, la metáfora del suceso emerge fundamentalmente de su abandono. Imagino a los viandantes de la rotonda de Privilege contemplando con resignación el hallazgo como la consecuencia más lógica a la propaganda caníbal, sin imaginarse que nuestro hecho insular ya no precisa de ingestas especializadas.

El italiano incompleto, en EL MUNDO