Etiquetas

HAY UN GUSANO viviendo en mi casa. Mi amigo J. se ha separado de su novia. De momento unos 4.000 metros, más o menos la distancia desde su cama de matrimonio hasta mi habitación de invitados. El mensaje que me mandó el sábado por la noche fue tremendo: «¿Puedo dormir esta noche en tu casa? Luego te cuento».

Me lo contó de fiesta. Le costó un poco, por vergüenza. Acabamos la noche brindando por la comisión de investigación de Son Espases. Varias veces. La cosa vino por unos mensajes de whatsapp a otra mujer de los que ignoro su contenido. Pero por algunos verbos no pudo agarrarse a la figura jurídica de la duda razonable porque cuando le enseñaron la roja le dio la mano al árbitro y salió por la puerta. Y eso que era su casa. Me confesó que había sido una tontería, que a la hora de la verdad no hubiera hecho nada. Yo le di la razón, claro, tampoco era plan de reírme en su cara, considerando que además la muchacha reside a cuatro autonomías de distancia.

Viviendo con un gusano en EL MUNDO