Es un caso digno de Oliver Sacks. Tras sufrir un ictus que le abrasó el cerebro, la madre de mi amigo sólo es capaz de decir la palabra Pato. Pato es sí, y pato es no dependiendo de la entonación. Con una sucesión de patos intenta armar un discurso o hacer preguntas, casi siempre sin éxito.

‘Pato’ en EL MUNDO