Me he enterado de que muchos columnistas escriben con la esperanza de que les lea una mujer que no es la suya. También de que Manuel Jabois ha tenido sexo con hombres y transexuales, incluso que se echa productos de farmacia para fortalecer su cabello, con lo que no me debería dar vergüenza reconocer que llevo años escribiendo para otro hombre.
He tenido la suerte de sentir devoción por mi propio jefe. Algo difícil de entender sobre un tipo que me despidió, que me insultaba en casi todas nuestras llamadas telefónicas, capaz de echarme una bronca en la playa o de boicotear mis libranzas.

El ‘dire’ en EL MUNDO