El otro día en la playa mi amigo Jorge me pasó el móvil para que escuchara una grabación. Como colabora en ‘Cuarto Milenio’ supuse que se trataba de una psicofonía. En ella se oía la voz de una chica que describía a susurros una enfermedad y luego le pedía que la matara. En realidad era el mensaje de whatsapp de una tal Silvia, no una psicofonía, salvo por el hecho que de la tal Silvia también estaba muerta.

Jorge tenía un montón de mensajes de Silvia. Todos iguales. Algunos de hacía varios meses, por si podía publicar algo, le decía, algo de querer morirse. Antes de pedir que la mataran hacía otras cosas. Aunque ya no recuerda cuándo su presente no fue un síntoma. Ni qué día su cuerpo empezó a hacer trucos de magia, como le pasó al hermano de un amigo en el instituto, cuando en la cola del bocadillo sus dedos dejaron de sentir las monedas que tintineaban en su bolsillo.

Una tal Silvia en EL MUNDO