Es inevitable escuchar a Kim Jong-un hablar de «mar de fuego», y a Donald Trump decir eso de «un fuego y una furia jamás vistas en el mundo», y no pensar que las frases han sido extraídas del conxuro da queimada. Estamos muy cerca de que alguno amenace al otro con la «onda vital» de Son Goku, o la «catapulta infernal» de Oliver y Benji.
Igual que existe una web de «jugadas paranoicas» de Oliver y Benji, perfectamente podría existir una de amenazas paranoicas de líderes del mundo moderno. Unas risas, si no fuera por las armas nucleares. La suerte que tenemos es que las amenazas no son para sus adversarios sino para sus seguidores, lo que garantiza la paz. Tipos capaces de creer que Kim Jong Il, padre de Kim Jong-un, nunca defecó, como afirma su biografía. O que era capaz de hacer once hoyos de golf de un solo golpe, o que llegó al mundo con un arco iris doble y una nueva estrella, o que publicó 1.500 libros y las tres mejores óperas del mundo en tres años.