EL APOCALIPSIS zombi que evoca la aparición en Ibiza del narcótico Caníbal ha pillado a la Guardia Civil de espaldas a las dentelladas de vocales del Consejo General del Poder Judicial, de Jueces para la Democracia y del fiscal del caso Nóos, Pedro Horrach.
No distan mucho los efectos de la sustancia: paranoia extrema, psicosis y reacciones violentas, del chequeo que el fiscal anticorrupción le dedica al juez José Castro en su recurso contra la imputación de la Infanta Cristina, al que solo le faltan insinuaciones sobre la ubicación exacta del alijo.