AREPENTIDA de entrar en política, y absolutamente convencida de dejarlo, la ex concejala de Cultura de Ibiza Lina Sansano, ha dado un golpe de Estado. Fiel a su elemento, la mujer se apuntó al motín en epanadiplosis, pero en lugar del lorquiano «verde que te quiero verde, verde viento, verdes valles», le salió un sosísimo «Pilar dimite, Pilar dimite, Pilar dimite», que como lo decía ella sola, alumbraba la tristeza de un motín de Hespería al que solo hubiera acudido Alexanko.

La dimisión de la segunda alcaldesa de Ibiza demuestra que los populares están llevando fatal esto de respetar la voluntad de las urnas, sobre todo cuando ganan, ya que desde entonces no han parado de pasarse a la oposición o de irse a su casa. La última una opción más digna pero demodé.

‘Lina, sé fuerte’, en EL MUNDO