PEl manual dice que para dar un golpe de estado lo primero que hay que hacer es cortar las comunicaciones, bombardeando antenas y canales de televisión. En Ourense bastaría con entrar en el Palacio de Oca y quitarles las barajas a las abuelas, o simplemente los ases y los comodines. El chinchón ejerce de coartada para hacer girar el universo, y boicotear panaderías, y dependientas de mercería, y decidir elecciones, y compartir vídeos de gatos y bebés, entre los que se cuela la red oscura y jubilada de las fake news. Estos días, con unas declaraciones inventadas de Pablo Iglesias pidiendo la retirada del voto para los mayores de 65 años.