Hay semanas de lo más tonto. Sin ir más lejos, la pasada Pedro Sánchez andaba lamentando el fallecimiento de Philiph Roth y Pablo Iglesias la compra de un chalet, sin saber que ambos hechos convergían en una frase de ‘El mal de Portnoy’: «No pretendo convertirte en una burguesa, Naomi. Si la cama te parece demasiado lujosa, podemos hacerlo en el suelo». Estaba claro que la moción de censura era inminente.
La semana pasada Mariano Rajoy tenía la certeza de que ésta iba a ser presidente del gobierno. Aunque no debemos culparle, considerando que yo mismo, la semana pasada, tenía la certeza de dónde estaba el polo sur, y ésta me descubren que estaba a más de 3.000 kilómetros del polo sur. Mi reto para la próxima será saber dónde está Pedro Sánchez, porque la pasada estaba en no gobernar con independentistas, o en que los presupuestos aprobados por el PP y Ciudadanos traerían «más desigualdad», y esta pretende gobernar con ambos. Pero como dijoIrene Montero, «nadie está libre de contradicciones», en referencia a lo del chalet, o a lo de los partidos viejos, o a lo de la cal viva, yo qué sé ya.