El ilustrador Gabi Beltrán cree que se acerca el invierno. No lo dice porque sí, es que hace varios días que en Ibiza no recogemos un cadáver balconizado. Comenta que este vacío ya le provoca ganas de ponerse una rebequita, porque en la isla son los muertos los que fijan las temperaturas.
Ayer un coche de policía y una ambulancia aparcaron de mala manera en el portal. Un vecino lo comentó en el chat de la comunidad, porque no le debió parecer un buen augurio. Hacía apenas cinco minutos que había bajado con Iago camino de la guarde. Ahora nos da por contar lagartijas. Por suerte no pasaba nada, o al menos nada anormal, más allá de que un vecino había fallecido. A veces creemos que lo normal es contar lagartijas, y no morirse, por lo que nos pasamos la vida perdiéndonos lo extraordinario.